Capitulo XV Valores familiares
Tras una semana del asesinato de Aleum y el destierro de Xavier, un mensaje lleg� a Humol. Por suerte el invierno este a駉 no fue muy duro, el ambiente era fr韔 pero al contrario que en el norte, en el sur no hab韆 nieve y los campesinos preparaban la tierra para el pr髕imo a駉. Cuando Euraclio vio llegar el carruaje t韕ico de los caballeros, abandon� el trabajo en el campo y corri� a su casa. Aunque ya no ten韆 la cabeza en las nubes, a鷑 so馻ba con grandeza y riquezas. Estaba orgulloso de su familia y de su apellido, estaba convencido de que, en alg鷑 momento, alguno de sus hijos le dar韆 un nieto que lo cambiar韆 todo, un mago de 閘ite. El hecho de que el carruaje llegara a su casa unos meses despu閟 de que Xavier entrara en la torre de Liev era una se馻l de nuevos eventos.
—Buenos d韆s, Renor —salud� Euraclio con confianza. Ahora que era un noble, su distancia con el caballero se reduc韆. Sin embargo, la actitud seria de Renor pronto borr� la sonrisa de su cara. Otros dos caballeros hicieron se馻s a los pueblerinos para que se acercaran.
—縌u� ocurre? —preguntaba Euraclio.
Sin embargo, Renor segu韆 sin responder. Cuando suficientes miembros de la comunidad se hab韆n congregado, Renor sac� un documento, el cual ley� en voz alta.
—En nombre de la corte real, su se駉r韆 Efrir de Exel informa al pueblo de Humol que hace una semana, en el quinto d韆 del segundo mes del a駉 de la magia seiscientos sesenta y uno, por orden de los maestros de la torre de Liev, el mago Xavier de Vonder ha sido expulsado de la torre, condenado por traici髇 y exiliado del reino. Actualmente se desconoce su paradero, tras escapar de los caballeros de la torre. En caso de contactar con el criminal, se le debe reportar a las autoridades de inmediato. En caso de no hacerlo, se considerar� un acto de traici髇 y podr韆 llevar a los implicados a la c醨cel o la ejecuci髇. Cualquier informaci髇 que d� con el paradero de este criminal ser� recompensada con cinco monedas de cobre. —Renor termin� de hablar mientras los dem醩 le miraban en shock.
—縌u� quieres decir?, 縈i hijo es un criminal? —Euraclio a鷑 no consegu韆 entender lo que ocurr韆.
—Los maestros de la torre de Liev encontraron a Xavier culpable de colaborar con un mago que usaba magia arcana. Al parecer, sali� huyendo a la selva de Morr antes de que lo capturaran. Aunque ya debe estar muerto, se emiti� una orden de aprehensi髇 y captura —explic� Renor con indiferencia y sin muchas ganas.
Tras la expulsi髇 de Xavier, los guardias de la torre, en complicidad con los maestros, hab韆n alterado la historia. Decir que Xavier hab韆 huido era m醩 factible que decir que hab韆 sobrevivido a un intento de asesinato. Aunque entrar en la selva de Morr era suicidio, nadie dudar韆 de la palabra de personajes tan ilustres.
—Renor, tiene que ser una broma, todos somos de este pueblo, todos sabemos que Xavier no har韆 algo as�, 縩o es cierto? —pregunt� Euraclio mirando a los moradores del pueblo y a los guardias.
—fft! —La cara de Renor se torn� en una mueca—. Yo no conozco a tu hijo, soy un caballero al servicio de la nobleza y el reino, he venido a informar del mandato de su se駉r韆 y eso es todo. 緼caso la 玭oble� casa De Vonder pone en duda la integridad de los maestros de la torre de Liev y del se駉r de Exel? —pregunt� Renor en forma de burla, al hacer referencia a la nobleza de los De Vonder y empu馻ndo su espada.
Euraclio se qued� petrificado. Si su hijo era un traidor, podr韆n considerarlo a 閘 y a su familia como traidores por asociaci髇, podr韆n encerrarlo, ejecutarlo o, peor a鷑, mancillar su apellido y retirarles su t韙ulo de nobles, despu閟 de todo, 閘 era el l韉er de los De Vonder.
—Por supuesto que no —contest� Euraclio con l醙rimas en los ojos y una sonrisa forzada. —La noble casa De Vonder cumplir� con su deber. No hay criminales en nuestra familia. —Le dol韆 tener que rebajarse ante un mugroso caballero. Ahora era un noble, pero segu韆n trat醤dolo como si fuese basura.
Tras concluir su trabajo, Renor y sus caballeros subieron al carruaje y se marcharon. Euraclio entr� en su casa, con su mente a鷑 confusa. No solo su familia no ten韆 una historia de nobleza, sino que ahora lo poco que hab韆n conseguido pend韆 de un hilo. Casi perd韆n su estatus de nobles y si eso pasaba volver韆 a ser un don nadie, tendr韆 que volver a pagar impuestos a ese noble incompetente. Tras una botella de ron, la ira se apoder� de 閘.
—Ese pedazo de mierda de tu hijo casi nos jode la vida —le grit� Euraclio a Merila. —Magia arcana, claro, al ser un mago de sombras, en lugar de poner esfuerzo y trabajar duramente, ese peque駉 mocoso tom� el camino f醕il. Aunque la sangre noble de los De Vonder corre por sus venas, eso no fue suficiente —dijo dando otro trago.
Euraclio pas� horas vociferando sobre la grandeza de su familia. A pesar de saber que no ten韆 nada de noble y que su abuelo era un mentiroso, al igual que su padre, se perdi� en sus fantas韆s y el alcohol, mientras despreciaba a su hijo y lo culpaba de todo. El resto de la familia, simplemente, dej� de hacerle caso y se concentraron en sus asuntos hasta que el desquiciado hombre se qued� dormido. Desde que Xavier despert� como mago, Euraclio beb韆 con m醩 frecuencia.
Xavier logr� llegar a casa meses despu閟 de la visita de Renor, aunque, seg鷑 se sab韆, hab韆 muerto en la selva de Morr. Toc� la puerta de la casa un poco antes del amanecer. Algunos perros ladraron, pero la mayor韆 de ellos conoc韆n su presencia, por lo que no reaccionaron de forma excesiva. Xavier lleg� a casa de forma discreta. Al verlo en el portal tras abrir la puerta, la familia se qued� at髇ita. Tras recuperarse de la sorpresa, un iracundo Euraclio lo sujet� del cuello y lo introdujo en la casa por la fuerza.
—T�, 縞髆o te atreves a venir aqu�?, as avergonzado a tu familia! —grit� Euraclio sin soltarle.
—o no hice nada! —respondi� Xavier intentando no gritar para no alertar a los vecinos—. Los maestros de la torre, los nobles, odian a los magos de sombras y a los pobres miserables como nosotros. Me inculparon de algo de lo que no tengo ni idea, casi me matan, todo fue un complot de ese bastardo de Clinton desde el primer d韆.
Xavier hizo lo posible por explicar a su familia la situaci髇 y todo lo que hab韆 pasado, la tortura, el supuesto 玧uicio�, la ejecuci髇 de Aleum, el intento de asesinato de los guardias de la torre, sus sospechas sobre Clinton. Sab韆 que era un exiliado, tarde o temprano tendr韆 que huir del reino, los 鷏timos eventos le hab韆n hecho un poco m醩 perspicaz. Decidi� mantener en secreto lo del esqueleto de la grieta. Sobre todo, despu閟 de que su padre se apresur� a preguntar por las monedas de plata y por la ropa de noble.
—Todo se qued� en la torre. Me tiraron fuera solo con la ropa que llevo —explic� Xavier abriendo los brazos y mostrando el estado de sus ropas actuales.
—Entiendo. Ve a lavarte, debes estar cansado. No dejes que los vecinos te vean, podr韆 ser peligroso —advirti� Euraclio.
El hecho de que su familia lo aceptara y tener un lugar donde relajarse un poco le quitaba un peso del pecho. No era f醕il vivir en alerta todos los d韆s. Las im醙enes de Aleum ardiendo y el guardia de la torre caminando hacia 閘 espada en mano a鷑 estaban frescas en su memoria. Pero la familia era la familia y dicen que la sangre pesa m醩 que el agua. Lleg� incluso a sentirse mal por ocultar cosas de su historia, pues su padre se preocupaba por 閘, pero decidi� guardar silencio.
—Orli, Ferol, vamos al campo —orden� Euraclio.
—Pero pa... —reprocharon los j髒enes.
—Pero nada, ser韆 raro si nos quedamos aqu�, la gente sospechar� que pas� algo, vamos.The author`s narrative has been misappropriated; report any instances of this story on Amazon.
Los irritados hermanos salieron de la casa junto a su padre con los primeros rayos del sol. Su hermano ahora era un criminal, expulsado del reino y, sin embargo, pod韆 librarse del trabajo. Hasta un criminal buscado ten韆 mejor vida que un campesino. Sus vidas eran una condena. —Orli, vete a la mansi髇 de Exel y trae a los guardias —orden� Euraclio a Orli, una vez alejados de la casa.
Los hermanos se quedaron petrificados unos segundos mirando a su padre.
—No me miren as�. Piensen: 縜cusado err髇eamente por los grandes nobles y magos de la torre de Liev? Encima de eso fallaron en matarlo y 縮obrevivi� solo en la selva de Morr? Nadie tiene tanta suerte. A tu hermano, seguramente, se le ha subido el ego a la cabeza e hizo cosas que no deb韆. Lleva meses desaparecido, a saber qu� ha hecho con el dinero de la familia. Esas ropas y monedas de plata eran una fortuna. No podemos permitir que mancille el honor de nuestro apellido, es nuestro deber entregarlo a las autoridades.
Orli asinti�. Lo que su padre dec韆 ten韆 sentido, su hermanito hab韆 cambiado tras convertirse en mago, nunca invit� a sus hermanos a sus fiestas y banquetes con los nobles. Los dej� atr醩, sudando y sufriendo en la tierra. Orli sali� corriendo hacia la mansi髇 del se駉r de Humol.
—Ferol, vig韑alo para que no escape —orden� Euraclio.
Ferol siempre hab韆 sido discreto y silencioso, ten韆 talento para ello. Al principio le sorprendi� la actitud de su padre, pero lo que dijo despu閟 ten韆 sentido. Al igual que su hermano mayor, Ferol sent韆 resentimiento hacia Xavier por los mismos motivos. Aunque la idea de entregarlo a los guardias le parec韆 un tanto excesiva, no estaba del todo en desacuerdo. Mientras tanto, Euraclio se acerc� a la casa de Trina.
—Trina, ven un momento —la chica se acerc� a Euraclio sin pensar mucho—. Escucha, Xavier ha vuelto. Ll関alo al granero, debes mantenerlo entretenido hasta que vengan los guardias. —Euraclio vio la duda en los ojos de la chica.
—Piensa en lo bien que quedaremos con el se駉r de Humol. Podr韆 incluso perdonar alg鷑 impuesto o dar alguna recompensa extra, adem醩 de las monedas de cobre— Tras considerar la idea de recibir una recompensa, los ojos de la chica se iluminaron y su cara form� una sonrisa de avaricia. Mientras ve韆 a la chica marcharse, Euraclio se felicit� a s� mismo por su astucia. Un mago pod韆 ser muy peligroso, aunque Xavier era un mago de sombras, pero tambi閚 era un mago de fuego y, aunque fuera d閎il, era mejor no menospreciarlo. Adem醩, Euraclio no ten韆 ni idea de lo que era capaz con eso de la magia arcana. Mantenerlo entretenido con esa putilla era un plan maestro. Euraclio so馻ba ya con los beneficios que obtendr韆 tras ganar el favor del se駉r del pueblo y, sobre todo, demostrar que no era un traidor. Se ve韆 a s� mismo como la mano derecha de Exel, temido y respetado por los plebeyos que le rodeaban. Al final no se puede mandar a un ni駉 a hacer el trabajo de un hombre; 閘 mismo se encargar韆 de cubrir a los De Vonder de fortuna y gloria.
Trina vio a Xavier ba襻ndose detr醩 de la casa. Su madre se hab韆 quedado con el traje de noble para lavarlo y reparar los desgarros, tal vez podr韆 hacer que recuperase algo de su valor. Trina esper� a que se ba馻ra y se pusiera sus viejas ropas de campesino. Xavier se las hab韆 arreglado para ocultar las monedas, la daga y el resto de sus tesoros en una peque馻 bolsa de tela improvisada que coloc� entre las rocas detr醩 de la casa, muy cerca de donde se estaba ba馻ndo. Xavier reaccion� con sorpresa al ver a Trina; despu閟 de todo, era un criminal. Tras haber estado en compa耥a de las chicas de altos estratos de las familias nobles, el aspecto de Trina no era una maravilla. La mala alimentaci髇, el trabajo duro, el sol y las ropas desgastadas restaban mucho a la belleza de la chica. Aun as�, Xavier sinti� resurgir su antiguo romance inacabado. No sab韆 cu醤do tendr韆 que huir sin volver a tener una oportunidad.
—Hola, Xavi —salud� la chica acerc醤dose a 閘.
—Hola, Trini.
La chica se acerc� a 閘 r醦idamente y le dio un abrazo.
—Te extra耖 mucho —susurr� la chica a su o韉o, mordi閚dole la oreja.
Xavier perdi� su capacidad de pensar mientras la sangre de su cerebro baj� a su entrepierna. Antes de darse cuenta de qu� ocurr韆, Trina tiraba de 閘 en direcci髇 al granero. Mientras los dos se besaban y acariciaban en la paja, Ferol les observaba a trav閟 de las grietas en la madera. Xavier se dio cuenta de su presencia y aunque 閘 hab韆 hecho lo mismo varias veces, saber que su propio hermano le espiaba era molesto.
—Vete a casa, mir髇 —le grit� Xavier.
Ferol hab韆 sido encontrado espiando un par de veces en el 鷏timo a駉. Se hab韆 ganado un apodo de mir髇 y esto se hab韆 vuelto muy irritante para 閘. Sin embargo, ser insultado de esa forma por un criminal buscado era el colmo.
—Obl韌ame. Podr� ser un mir髇, pero t� eres un traidor y un criminal. Cuando vengan los guardias... —habl� sin pensar, guiado por sus emociones.
Trina emiti� un chasquido con la boca.
—Idiota —dijo en voz baja.
Xavier se dio la vuelta y mir� a la chica. Los errores cometidos, las lecciones aprendidas unas semanas atr醩 y vivir escondi閚dose le ense馻ron a pensar r醦ido y actuar con cautela. Trina le estaba entreteniendo. Xavier se levant� de la paja de inmediato, mirando a Trina.
—縌ui閚 te envi�? —pregunt� Xavier.
—No s� de qu� hablas —contest� Trina fingiendo sorpresa.
Xavier levant� la palma de su mano en direcci髇 a Trina, su cara estaba seria y sus ojos, amenazantes. Decidi� jugar al mago poderoso, su magia de fuego era in鷗il, pero ni Trina ni nadie del pueblo sab韆 mucho sobre magia. La chica se asust� al ver la mano extendida hacia ella. Sab韆 que los magos eran poderosos, pero nunca hab韆 visto a uno usar magia, se supone que la magia de fuego de Xavier era in鷗il, pero si era un brujo... era mejor no arriesgarse.
—Fue Euraclio —confes� la joven, asustada—. Te entregar� a los guardias para ganar el favor del se駉r de Humol.
Xavier se qued� petrificado por un momento. Su propio padre lo hab韆 traicionado para ganar el favor de un noble que lo despreciaba, como a todos los dem醩 plebeyos. Sali� de su trance cuando la piel de su nuca se torn� de gallina y los pelillos de sus brazos se levantaron. Su experiencia en la selva de Morr hab韆 afinado un poco su instinto. Se desplaz� a la derecha agach醤dose y un palo pas� a gran velocidad por el lugar donde estaba su cabeza. Antes de que Ferol volviera a usar el palo, Xavier se lanz� contra 閘. Ahora era mucho m醩 fuerte y pesado que Ferol, la comida de la torre le hab韆 hecho subir de peso y crecer bastante m醩 r醦ido que sus desnutridos hermanos y, tras los viajes de las 鷏timas semanas, hab韆 perdido mucha grasa, dejando gran parte del m鷖culo. La diferencia de peso y fuerza hizo que Ferol perdiera el equilibrio, desplaz醤dose hacia atr醩 casi un metro. Al caer, un trozo de madera se clav� en su muslo.
El grito de su hermano herido le hizo reaccionar y pensar en lo grave de su situaci髇. Las cosas se pondr韆n muy feas si llegaban los guardias, era el momento de escapar. Sin prestar m醩 atenci髇 a Trina, volvi� corriendo a la casa. Su madre hab韆 colgado a secar su traje de noble despu閟 de lavarlo lo mejor que pudo. A鷑 estaba h鷐edo. Tom� el traje, lo envolvi� sobre s� mismo, recogi� la hig黣ra y su peque駉 tesoro de entre las piedras y, al darse vuelta, se encontr� con su madre. No necesitaba explicaciones, pod韆 ver en sus ojos que sab韆 lo que estaba sucediendo, su propia madre le hab韆 traicionado. Xavier ech� a correr con l醙rimas en los ojos. La magia, la torre de Liev, los nobles, la justicia, su familia, Trina y, probablemente, todo el pueblo, la misma vida, le hab韆n dado la espalda. En este momento correr era lo 鷑ico que pod韆 hacer. Sin m醩 remedio y venciendo su miedo, se adentr� en el bosque. Esto no era la selva de Morr y lo conoc韆 bastante bien. Hab韆 venido a cazar aves y conejos con sus hermanos miles de veces, sin embargo, hab韆 un l韒ite. No se adentraban demasiado, pues hab韆 riesgo de pasar al territorio del Reino de Veldat e iniciar un conflicto. Otro problema es que los lugare駉s y los guardias tambi閚 conoc韆n el bosque y pronto le dar韆n caza.
Dej� de correr. Recordaba lo que hab韆 pasado a駉s antes y la devastaci髇 que hab韆 creado un incendio; la hambruna posterior, miles de animales murieron y mucha comida se perdi� para los lugare駉s que depend韆n del bosque.
—No los conozco, no tengo familia, ni amigos, ni un pueblo —dijo para s� mismo Xavier mientras la ira y la decepci髇 llenaban cada rinc髇 de su mente. Era su excusa para lo que deb韆 hacer.
Su magia de fuego era d閎il, pero suficiente para encender una peque馻 llama en un mont髇 de hierba seca. Era un riesgo crear un incendio en un bosque dentro del cual se encontraba, pero no ten韆 una mejor opci髇. Tan pronto la flama empez� a crecer, ech� a correr en direcci髇 opuesta. Tras recuperar suficiente energ韆 m醙ica, volv韆 a crear otro foco de incendio.
Para el momento de la llegada de los guardias, el p醤ico se hab韆 apoderado de la aldea. Las llamas se esparc韆n r醦idamente por el bosque en todas direcciones. Euraclio cay� en el suelo de rodillas, mirando la furia de las llamas consumir el bosque. Sab韆 lo que significaba: hambruna. Ya se hab韆 enterado de la huida de su hijo. Con Ferol herido y con el bosque en llamas justo a finales de la primavera, no tendr韆n vegetales silvestres ni presas de caza. La vida en Humol se volver韆 muy dif韈il los pr髕imos a駉s. Euraclio apretaba los pu駉s mientras maldec韆 el d韆 en que hab韆 engendrado a ese cretino. Mientras tanto, Xavier continuaba corriendo por el bosque, al tiempo que a su espalda las llamas se esparc韆n, ayudadas por el viento. L醙rimas llenaban sus ojos y, en lugar de un coraz髇, un vac韔 parec韆 ocupar su pecho. Solo la rabia le impulsaba adelante. M醩 que huir de los guardias, quer韆 huir de su familia, de su pasado y de todo lo que alguna vez llam� su hogar.